Así traducimos en Okosmetics

Okosmetics es una familia. Nos conocemos bien y nos cuidamos mutuamente. Sabemos cuál es el punto fuerte de cada uno de nosotros y, por lo tanto, sabemos quién es la persona adecuada para tu proyecto. Nos encanta nuestro trabajo y atendemos cada proyecto con la misma ilusión con la que recibimos el primero. Para nosotros, cada texto es único y especial y, como tal, se merece toda nuestra atención y nuestro esfuerzo.

No hay un proyecto pequeño. Si llega a nuestras manos es porque tú consideras que es importante, y si es importante para ti, también lo es para nosotros. Queremos ayudarte a crecer y nos adaptaremos a tus gustos y necesidades. Puedes contar con nosotros.

Pero la ilusión no lo es todo. Para garantizar unos servicios de calidad, analizamos todos los trabajos con atención, determinamos los recursos que van a ser necesarios, escogemos a los mejores profesionales para cada proyecto, implementamos recursos técnicos y elaboramos presupuestos justos. Seguimos todo un proceso en el que tu proyecto es el protagonista.

Tu traducción en 5 pasos

Cuando creas algo desde cero, no puedes evitar pensar en él como una especie de hijo. Y, como con los hijos, quieres lo mejor para ellos. Por eso, todos los textos reciben el mejor tratamiento, que consiste en estas cinco fases:

Empezamos con un análisis del material para seleccionar al mejor equipo. Para ello, valoramos las necesidades específicas de cada cliente y los recursos y tiempos necesarios para llevar a cabo el proyecto.

Esto nos lleva al segundo paso, que es la elaboración del presupuesto. En Okosmetics contamos con programas especializados que nos garantizan un presupuesto ajustado. Además, calculamos la carga de trabajo necesaria para poder entregarte el proyecto en el menor tiempo posible.

Después de que des luz verde al presupuesto, da comienzo la fase de producción.

Uno de nuestros atentos gestores de proyectos escogerá y dirigirá a los traductores y expertos que van a mimar tu proyecto gracias a su profesionalidad y a una impecable selección de recursos terminológicos.

Ahora es el turno de la traducción como tal. A continuación, el texto se envía a un revisor, que se asegura de que sea correcta a nivel conceptual, gramatical, ortotipográfico y de estilo. Para acabar, se emprende un análisis de calidad para garantizar que se han cumplido los puntos clave del proyecto y los criterios de calidad establecidos.

Una vez el texto ha sido traducido, localizado o transcreado (y revisado y maquetado, si procede) y ha pasado todas las fases de control,  está listo para volver a casa. Pero nuestro trabajo no acaba ahí: almacenamos en nuestros archivos las traducciones por si fuera preciso retomarlas, siempre cumpliendo las exigencias de la LOPD para mantener la confidencialidad.